11 jun 2010

CON PERMISO DE LO ABSURDO, REVERTIMOS EL CAMINO.

©JoseJ*TORRES


Entrevista a Jóse Juan Torres por Teresa Correa.




Jóse Juan, después del resacón que debe de dejar tanto esfuerzo y tantos éxitos como respuesta a tu proyecto “Con Permiso de lo Absurdo”, quería que nos contaras la génesis de tu proyecto, ¿por qué?,¿cuándo?, ¿cómo así?


En el año 2004 salió al mercado un disco recopilatorio titulado “Neruda en el corazón”, que serviría para conmemorar el centenario del nacimiento del autor. Recuerdo ver por televisión el espectáculo de presentación del disco, donde un actor (no recuerdo quien) recitaba los versos ataviado como si se tratara de un Neruda que nos habla desde el “más allá”. He de admitir que fuera de las obligaciones que durante los estudios de secundaria tuve que cumplir (hubo que leer “20 poemas de amor y una canción desesperada” y hacer un comentario), nunca me había aproximado al autor chileno. Los poemas de Neruda por lo tanto comienzan para mi siendo canciones. Sin profundizar en exceso en su literatura, hace unos años llega a mis manos un bellísimo libro, ilustrado por Isidro Ferrer y editado por Media Vaca, “El libro de las preguntas”. Ese libro se convirtió en una pequeña obsesión y sus preguntas me des-colocaban cada vez que lo repasaba. Tenía muy claro que las cuestiones de Neruda podían ser el leitmotiv para un buen trabajo fotográfico. Por distintos motivos esa idea quedó aparcada en mi subconsciente durante un tiempo, hasta hace aproximadamente medio año. Fue entonces cuando conocí a Raquel Zenker. Después de empeñarnos en trabajar en un “pequeño” proyecto que no salió a la luz, le propuse que revisáramos aquella antigua idea, ella se mostró entusiasmada y nos lanzamos a “tirar” para adelante, diseñando este proyecto en conjunto. Todo lo posterior es una historia de “absurdos” que se han concretado en el material que podemos ver en la exposición.

Tú eres autor, conozco a otros autores que se meten en los proyectos que ellos mismos comisarían, ¿por qué no has expuesto tú también en Con Permiso de lo Absurdo?

Creo que son dos formas distintas de ser autor. Cuando diseño un proyecto de comisariado todo funciona de manera colectiva. Es como hacer una película, donde distintas personas realizan un papel que tienes que dirigir, hay que estar atento a muchos factores externos (administración, envíos, comunicación, montaje, imagen...) y conseguir que todos los autores se sientan a gusto y entiendan lo que tú quieres comunicar. Considero que es un trabajo lo suficientemente complejo como para además incluir obra personal. Por otro lado no me interesa la generación de conflictos innecesarios tanto con los autores como con mi propia obra. En cambio cuando trabajo como autor fotográfico, todo se transporta al mundo de lo íntimo. Es un “yo me lo guiso, yo me lo como”. Se puede decir que son dos productos distintos aunque la obra como autor y como comisario puedan estar muy relacionadas.

De Fuerteventura a Las Palmas, ¿por qué?

La doble insularidad famosa :) Me trasladé a Gran Canaria para ampliar mis estudios, aunque también por deseos de cambio. Soy una especie de “meteco insular”. Me siento muy majorero pero canarión de adopción. Las Palmas de Gran Canaria es una ciudad que me ha (trans)formado como persona. Me ha dado personalidad y le estoy muy agradecido por ello.

Casi ya puedes hacer un balance de lo que han hecho y conseguido, tú y Raquel Zénker a propósito de la exposición, ¿qué nos puedes contar al respecto?

El esfuerzo ha sido muy grande pero placentero. Por el camino al proyecto se le han producido grandes “amputaciones”. Se quería conquistar la calle de manera poética y sacar la exposición del museo, hacer un mini documental, realizar un catálogo o publicación del evento,... muchos planteamientos que no han sido posibles. Aún así, el resultado es positivo. Hemos trabajado desde una implicación ilusionante, pecando de novatos en muchas cuestiones administrativas. Se han intentado generar redes de información complejas. La relación con R. Zenker se ha reforzado mucho con el tiempo y nos hemos complementado perfectamente durante este trance. Hemos pasado muchas horas juntos. Trabajar con los autores ha sido muy interesante, los conflictos, las discusiones, las ilusiones, su esfuerzo y los resultados obtenidos han enriquecido el proyecto en su proceso de gestación.

Esta exposición ha causado cierto revuelo en los medios oficiales, establishment, gente de la cultura, artistas, unos muy contentos y otros muy sorprendidos por la calidad de la propuesta, su singularidad, la respuesta del público, los talleres que se han impartido, dos comisarios hasta ahora desconocidos y fuera del circuito habitual y además de todo esto, con unos medios muy, muy limitados, ¿qué te parece todo esto?
Desde que comenzamos a movernos en este mundillo, nos dimos cuenta de la existencia de una especie de “oligarquía local” que domina la cultura de la ciudad. Somos dos personas que vivimos en la isla desde hace muchos años, pero ninguno de los dos es natural de la isla de Gran Canaria. Por ello nos sonaba a utópico el poder realizar con éxito cualquier proyecto de esta índole. Poco a poco nos fuimos dando cuenta de que el trabajo era la herramienta perfecta para poder generar una buena carta de presentación y nos pusimos a ello. Hemos explicado el proyecto con la ilusión de quien entrega un regalo comprado con la máxima admiración. Nuestra propuesta es fruto de un trabajo colectivo, donde distintas personas han asumido el riesgo de apoyar a unos desconocidos en favor de la cultura. Creemos que se pueden realizar las cosas con imaginación y esfuerzo aún en momentos de crisis como estamos pasando. Es cierto que nos resulta escandaloso comprobar como son más importante los nombres de quien presenta un proyecto, que el proyecto en sí mismo; como algunos proyectos son financiados con cantidades desorvitadas; como los tiempos se multiplican en el tedio de la burocracia. La ciudad de Las Palmas tiene unos generadores de cultura de base en agrupaciones, clubs, asociaciones, comunidades creativas o personas individuales (artistas o no), a los que no se trata con “cariño” por parte de las administraciones. Es curioso que lo más importante para una entidad que va a financiar un proyecto es saber en que lugar se va a colocar su anagrama de manera visible y preferente. Por nuestra parte nos sentimos obligado a seguir trabajando en proyectos y seguir presentando propuestas alternativas.


Tras finalizar con “Con Permiso de lo Absurdo”, ¿tienes en mente algún nuevo proyecto, ya sea como autor o comisario?

El cajón de los proyectos esta repleto de propuestas :) Seguiré trabajando con Raquel Zenker en el campo del comisariado. Ha sido una gran experiencia colaborar con ella y nos quedan muchos campos por explorar. Nos interesa especializarnos en el terreno del comisariado fotográfico y continuaremos proponiendo proyectos. Como autor estoy explorando terrenos que no conocía anteriormente. He sido un fotógrafo que salía a cazar imágenes o a pasear la cámara por el mundo y dejarme sorprender con lo que encuentro. En la actualidad aunque sigue siendo una práctica habitual en mi, cada vez toma más fuerza la planificación previa de las imágenes. Hace unos meses que vengo trabajando un proyecto relacionado con el mundo del retrato que me gustaría seguir experimentando. Por otro lado existe una serie que se ha ido configurando en estos dos últimos años y que aún se encuentra en proceso, son los trabajos a los que le dedico mayor parte de mi tiempo como autor. Ojalá que pronto alguno de ellos pueda ver la luz.

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